lunes, 11 de mayo de 2009

Los paradigmas de la producción y su impacto en el mercado laboral.


A lo largo de los años se ha visto como los cambios tecnológicos han influido en el aumento de la producción en las empresas. Desde el punto de vista del mercado laboral, estos modifican ambientes, las condiciones, los medios, el objeto y la organización del trabajo, las exigencias de formación de los trabajadores y la generación de empleo con sus consecuencias sobre la persona del trabajador, su vida personal, familias y como integrante de un colectivo. Todo esto viene ocurriendo desde la revolución industrial, que comienza en el siglo XVIII, el hombre tuvo que adaptarse a las nuevas condiciones de trabajo, y ello viene acompañado de los beneficios como los salarios, pero también con la explotación de la mano de obra, ya que se extienden las jornadas de trabajo, separando al trabajador de la vida familiar y social, condiciones de trabajo inseguras, bajos salarios, etc. Esto trajo como consecuencia que la clase obrera protestara, y ello viene acompañado de la promulgación de leyes para regular la jornada laboral y el trabajo de las mujeres y niños. En cuanto a la producción en serie, o modelo Taylor-Fordista, muestra algunas consecuencias negativas como, realización de tareas fragmentadas, simples y repetitivas trabajo poco o nada calificado supervisión y controles excesivos, ausencia de toda autonomía y responsabilidad, desaprovechamiento de las potencialidades de creación e iniciativas entre otras. El trabajador es considerado como un factor mas en el proceso de productivo con frecuencia a las líneas de ensamblaje que resultan tan fáciles de manejar que cualquier persona con un mínimo de entrenamiento podía cumplir la tarea. Luego de muchos problemas se logra la regulación de las condiciones de trabajo como la protección de los sindicatos, fijación del salario mínimo, las primas por horas extras, la regulación del trabajo infantil y la protección de ancianos e inválidos. Pero ya en la década de los setenta este sistema parece no servir a las nuevas realidades y esto dio paso a un nuevo modelo denominado “modelos de la producción flexible. Este se refiere a un modelo de organización que busca aligerar el proceso productivo. Todo comienza por un cambio en las tecnologías de información que modifica algún proceso productivo de manera radical, o permitía adoptar lotes de producción sin interrumpir el proceso productivo, lo que derivo en nuevos productos, modelos diferentes, o productos con usos distintos orientados a mercados específicos y con precios relativamente bajo, gracias a las nuevas tecnologías que permiten reprogramar el proceso y adaptarlo a la demanda.
La organización del trabajo, bajo esta modalidad, se caracteriza por su diversidad, precariedad en la estabilidad laboral, subcontratación, trabajo en equipo, contratación a distancia, variedad de patronos, individualización creciente del proceso de trabajo, trabajo en red, trabajadores temporales a tiempo parcial o por tarea. Pero este modelo también trae consecuencias como la perdida de la acción sindical debido a la individualización de la contratación y a la fragmentación de las empresas vinculadas a través de redes.
Entonces podemos decir que gracias a los avances tecnológicos la producción ha aumentado y ha provocado que los trabajadores estén constantemente instruyéndose para saber como utilizar las nuevas maquinarias, además que trae consigo la facilidad del trabajo evitando el desagrado laboral.

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